COMENTARIO DE JULIA GUZMÁN AL CAPÍTULO Nº 5 DE LA OBRA CINCO HAIJINAS


 


5 HAIJINAS. EL CANTO DE MUJER

RADIO HELA.

 

   Inicio este sábado , después de  mi meditación, con el deseo de escuchar un nuevo capítulo de Radio Hela: “ 5 Haijinas. El canto de mujer”. Esta mañana me la dedico –soy mujer y fluyo en mis búsquedas cotidianas – y es porque quiero alimentar mi espíritu, que ajena a todos los ruidos cotidianos, me detengo en mi día a día para hacer de este rato un banquete altamente esperado.

 

   Al comenzar el programa, la música del piano golpea cada una de mis células – quizás las teclas de este piano que soy – y me preparo para la magia del teatro y de la voz de esta Den Sute Jo a la que voy a dejar entrar en cada rinconcito de mí.

 

   Al escuchar a Enrique anunciado que esta noche se baja el telón de esta obra que vengo siguiendo en cada entrega siento que el océano que separa a Argentina de España no existe y mucho menos el tiempo transcurrido entre los haiku de Don Sute Jo y esta contemporaneidad que vivo.

 

   Respiro la esencia y el susurro de cada una de estas mujeres que me han ido nuevamente atravesando y una vez más, me han hecho sentir completa. El canto de estas mujeres es el canto de aquellas mujeres y las de hoy. Es el canto de todas las voces que estuvieron “calladas” por circunstancias de tradición, costumbres o miradas sociales, por tan sólo mencionar a algunas.

 

   Escuchar la voz de Den Sute Jo en la de Sandra Pérez me eriza la piel, la que me queda chica para vibrar con tan buena interpretación y tanta sensibilidad.

 

   Al estar sentada en el sillón más cómodo de mi living imagino que estoy en una butaca del teatro donde voy a ser testigo de una obra maravillosa. No hay espacio ni tiempo que se interponga entre nosotras: Den Sute Jo está allí, en el escenario, apenas iluminada por el farolito que encenderá en unos segundos y cuya luz también será mi luz. La emoción me acelera el pulso, la expectativa me produce una leve taquicardia pero es la armonía del entorno la que me hace sentir plena y una con la serenidad contagiosa de la haijin sentada en zazén.

 

   El canto de los pájaros y la voz de den Sute Jo en la de Sandra me conducen de la mano –como a una niña – a vivenciar cada uno de los awares que la haijin nos dejó.

 

   Escucharla contar parte de su vida, sus preguntas y búsquedas me hacen estar en la piel de esta mujer que nunca perdió su asombro – pese a tener que cumplir con las costumbres sociales exigidas a las mujeres en su época- , que encontró un lugar para su alma libre : la escritura de haiku

 

   Su interior nunca se secó, nunca dejó de manifestar su sensibilidad, nunca se dio por vencida.

 

   Convertida en monja siguió buscando desarrollar su voz interior. El silencio – su alimento cotidiano - la entiende y ella lo entiende a él.

 

   Al encender el último farolito, sabiendo que el final se acerca, mi voz interior me pide más y un deseo profundo de que no acabe nunca se apodera de mí.

 

   Los 5 Cantos de estas mujeres, pura sensibilidad y buscadoras de belleza, armonía y vuelo espiritual quedan palpitando en mí.

 

   Finalizada la obra, no presto atención a los espectadores que rumorean y charlan. No quiero perder la magia ni el sabor  obrados en mí ; porque como ya dije , con un océano interponiéndose entre nosotras he comprendido que el tiempo y el espacio no existen cuando las almas se comunican más allá de dónde estén.

 

   Me quedo saboreando sus haikus y quiero más. Mi espíritu – contagiado del de ella – pide más alimento y sé que (si voy en su búsqueda) lo encontraré tal y como lo hizo Den Sute Jo.

 

Julia Guzmán.

Córdoba, Argentina.

Sábado 24 de junio de2023.

 


Comentarios

Entradas populares